Durante el año nos movemos siempre adelante y ponemos todo nuestro esfuerzo en avanzar y desarrollar nuestros proyectos. Pero cuando llega julio nos podemos permitir hacer un pequeño alto en el camino para echar la mirada atrás, dar gracias por lo vivido y cargarnos de ánimo e ilusión para seguir adelante.
Y eso es lo que los miembros del claustro y el PAS hemos hecho los días 3 y 6 de julio. Las diferentes comisiones evaluaron el grado de desarrollo del plan de acción que nos habíamos planteado meses antes. Pastoral, Innovación, Plurilingüismo, Comunicación…revisaron el grado de cumplimiento de sus metas y la efectividad de las acciones llevadas a cabo a lo largo del curso.
En otro momento, la revisión adquirió una dimensión más íntima: individualmente hemos dedicado un momento a poner frente a frente nuestra realidad personal en el espejo de nuestro carisma como educadores salesianos.
A continuación, juntos de nuevo, hemos consensuado nuestras peticiones a la institución y hemos encontrado, también en equipo, los titulares que definen nuestros logros.
Con la gratitud dentro de nuestros corazones, hemos celebrado la eucaristía. Juntos hemos dado gracias por todo lo que el Señor ha hecho posible en nosotros, en las familias del cole, en nuestro alumnado.
El broche de oro lo ha puesto la emotiva despedida de Merche Aparicio: la pandemia hizo que fuera imposible celebrar su acción de gracias tras 42 años el cole, pero no ha impedido que hoy, su 2º familia, le hayamos rendido un merecido homenaje.
Y de la misa a la mesa, hemos terminado nuestra jornada en una comida, donde con alegría salesiana hemos puesto el punto final a este curso tan diferente.
Nos vemos en septiembre.