Empezamos un nuevo curso que, aunque no lo parezca , es muy distinto y diferente al anterior.
Todas las dudas que amenazaban con su presencia el año pasado se han convertido en experiencias para este curso que empiezan hoy nuestros alumnos.
Sabemos dónde debemos aumentar los esfuerzos o utilizar otras herramientas para conseguir los objetivos pero, lo más importante, sabemos que nuestros alumnos y vosotras, sus familias, sabéis estar a la altura de las circunstancias porque el año anterior lo demostrasteis, siendo uno de los pocos colegios de la Comunidad Valenciana donde no tuvimos que confinar a ninguna clase por completo.
Este año empieza con una clara intención: estar a la altura de lo que supone la celebración del 150 aniversario de la fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Para ello están programados multitud de eventos, actos etc. donde nuestro colegio estará presente demostrando que somos parte de esa gran familia Salesiana. Pero donde queremos destacar en estas celebraciones es en seguir haciendo de nuestra escuela un ejemplo vivo y actualizado de los sueños de nuestros fundadores: San Juan Bosco y Santa María Mazzarello.
Es tarea de todos hacer visible cada día y en cada rincón de la escuela ese espíritu nuevo, renovador, cercano y alegre que existe en nuestras presencias y que ha permitido ser una de las ofertas educativas más importante de España.
Debemos trabajar colegio y familia para alcanzar dos objetivos que, sin ser nuevos, están de máxima actualidad y hacen de nuestro colegio una oferta educativa con valor propio, estos 2 objetivos nacen directamente de nuestro Carisma Salesiano y por ende debe estar presente en todas nuestras acciones, conversaciones y proyectos:
1.-Nuestros alumnos deben sentirse en CASA. Nuestra realidad educativa y nuestro tamaño como centro nos garantiza el entorno más idóneo para conseguirlo. Es una riqueza añadida que vuestros hijos no sean los alumnos de 2º o de 3º sino Juan, Pedro, María, Lidia o Esther.
2.-Buscando que sean FELICES. Todo el currículo es un mero pretexto para que nuestros alumnos vayan creciendo en felicidad, pero una alegría poliédrica, es decir, felices por compartir, por aprender, por equivocarse y mejorar, por descubrir, por ayudar, por pertenecer y por ser como son.
También nos comprometemos a crecer en cauces comunicativos entre todos los que conformamos la comunidad educativa del colegio. Entendemos que cohesionados como equipo y con un objetivo común seremos capaces de seguir haciendo grande nuestro colegio de Torrent y todo sustentado desde la confianza y la transparencia entre nosotros como aire que impulsa hacia delante todos los proyectos educativos, propuestas solidarias y eventos corporativos que puedan desarrollarse en la escuela.
Y para terminar, me pongo a vuestra disposición para seguir haciendo realidad el sueño de Madre Mazzarello y como decía en sus cartas:
“Cada puntada sea un acto de amor a Dios”
Feliz Curso 2021-2022
Ignacio de L. Torán, titular del centro.
