Hoy, 28 de enero celebramos en nuestro colegio el Día Escolar de la No violencia y la Paz. Y lo hacemos en el año que conmemoramos el 150 centenario de la Fundación del Instituto de las hijas de María Auxiliadora. Qué duda cabe que ellas fueron y son un ejemplo de cómo el compromiso y las acciones de unos pocos contribuyen de forma decisiva a impulsar algo tan grande como es la PAZ.
Las salesianas iniciaron su labor con pocos recursos, pero con las maletas cargadas de ilusión, compromiso y entrega. Ellas sembraron una semilla que creció y fructificó hasta llegar a nuestros días. Gracias a ellas formamos la familia de esta gran obra educativa y compartimos el carisma salesiano, porque tod@s “somos Mornese”.
La paz no es sólo un día de enero. La paz se construye día a día. Todos nosotros debemos trabajar para convivir en paz en nuestro colegio, en nuestras familias, en nuestro barrio, en nuestro país. La paz consiste en derribar los muros de la incomunicación, el aislamiento, el desprecio y el abandono al que se ven sometidas muchas personas cercanas a nosotros, en nuestro entorno, en el colegio, en la calle, al lado de nuestra casa. Sabemos que es posible cambiar el mundo si cada uno de nosotros pone un poquito de su parte.
Por ello debemos respetar a todas las personas, sin admitir ni la discriminación ni los prejuicios. Rechazar la violencia en todas sus formas, las agresiones, los insultos, las peleas. Favorecer el compañerismo, la generosidad, el respeto a la diversidad cultural como riqueza humana. Y, por último, nos comprometemos a HACER POSIBLE LA PAZ, esforzándonos para que en nuestro colegio exista una buena relación entre todas las personas que aquí convivimos.
El día de la paz siembra valores en nuestro alumnado. La educación nos ofrece la oportunidad de transformar la violencia en paz, transmitiendo una serie de valores que promueven la resolución de conflictos con respeto, tolerancia, solidaridad, actitud crítica, compromiso, autonomía, diálogo, participación. La responsabilidad de desarrollar estas capacidades, hacen que podamos convivir en sociedad de manera pacífica y esto debe empezar tanto en las familias como en los centros educativos.
Por eso, un año más con el Día Escolar de la No Violencia y la Paz reivindicamos la educación como derecho, pero también como palanca de cambio imprescindible para construir sociedades pacíficas y llegar a construir el camino de la paz y la educación. «No hay camino para la paz: la paz es el camino»
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