Una vocación, una misión, ¡una pasión!

Las cosas que se enseñan con el ejemplo quedan mejor impresas en el corazón y hacen mucho más bien.
Fragmento de una carta de Madre Mazzarello

 

 

Hoy, 27 de noviembre, es un día dedicado a nosotros, los maestros. Se celebra en honor a José de Calasanz, sacerdote, pedagogo y santo español, además de fundador de la primera escuela cristiana popular de Europa.

Algunos, muy acertadamente, afirman que solo se puede desempeñar este oficio si es por vocación, y es que cada día supone  un nuevo reto: metodologías innovadoras, realidades cambiantes, necesidades distintas, dificultades desconocidas… Y todo ello sin perder de vista el horizonte que nos mueve a levantarnos cada día ilusionados: el de formar personas completas que puedan servir al mundo.

En nuestra escuela Salesiana tenemos la gran suerte de contar con un modelo inigualable de maestra: Madre Mazzarello.  Ella educaba en el sistema preventivo, aun antes de conocer a Don Bosco. Desarrolló una labor educativa en la que la dulzura y la paciencia hacían germinar un trato amable y familiar. Maín, por tanto, instaba a sus educadoras a que enseñaran de forma afectuosa y comprensiva, a que compartieran con sus chicas la presencia de Dios e invitaba con su ejemplo a vivir con humildad, sencillez y alegría.

Por esta razón, estamos de enhorabuena, porque tenemos una gran misión que llevar a cabo con pasión y con la alegría que nos caracteriza. ¡Feliz día, maestros y maestras Salesianas!